jueves, 10 de mayo de 2012

Echando cuentas



Os conté hace un par de semanas que con la segunda menstruación tras el legrado se “levantaba la veda”.  Oficialmente ya estamos otra vez a la “caza” de un nuevo embarazo, a ver si esta vez nos sale un poquito mejor. También os decía que tenía algunos miedos.

Bueno, pues los miedos se van calmando poco a poco, aunque como soy de naturaleza come-cocos en cuanto tengo un ratito de asueto me pongo a pensar en las cosas más raras (sí, desvarío bastante) y a veces se me cuela alguna de esas preocupaciones sobre un embarazo que os comentaba. Casi casi, lo mejor es ir con la lengua fuera todo el día para no tener tiempo de pensar demasiado, jejeje. En fin…

Llevo desde esa segunda regla contando días para arriba y para abajo: que si tantos días de ciclo, que si tantos días para la próxima ovulación, que si tales días tendríamos que echar un p … ejem… intimar, que la próxima regla tendría que venir el tal…  Y así estamos: echando cuentas. Vuelve la ilusión de hace unos meses cuando empezamos con esta historia. Y como la autosugestión te hace ver cosas, sean o no, cuando tengo sueño, o me noto una molestia en el abdomen o cualquier otra cosilla,  pienso enseguida “¡eso es que me he quedado embarazada!”. De todos modos no estoy muy convencida de que así sea.  Con el embarazo anterior lo noté enseguida, tanto que para hacerme el test llamé a mi marido y le dije: “cariño, pásate por la farmacia antes de venir a casa y compra un test, porque estoy embarazada”, y efectivamente lo estaba. Claro que dicen que cada embarazo es diferente, así que…

No quiero estar haciéndome el test cada mes, prefiero esperar a tener un retraso (que en mi caso tendrá que ser de varios días por lo irregular de mi ciclo menstrual), o como la otra vez, a estar más convencida de los síntomas. Intento no pensar mucho en ello, así no se me hace tan larga la espera ni las dudas. Aún así, yo sigo echando cuentas… “Nacería por… febrero??”

2 comentarios:

  1. Recuerda que tu mente es tan poderosa como quieras tú serlo; dirígela hacia tu destino, pero no la permitas que te dirija a ti y se apropie del camino entorpeciéndote el trayecto. Te espero el miércoles para pasarte el testigo!
    Besitos mil!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, ahí estaré! Para recoger el testigo y para acompañarte. Que vaya todo muy bien.

      Eliminar

Y tú ¿qué opinas?