martes, 17 de abril de 2012

Volvemos a empezar.

Se acabó el periodo de espera. Ya podemos ir a por un nuevo embarazo.

He tenido mi segunda regla después del legrado y en teoría ya podemos intentarlo de nuevo. Debería estar muy contenta, porque parece que el ciclo menstrual está siendo muy regular después del aborto, lo que debería facilitar el cálculo de los días fértiles y las oportunidades de embarazarnos pronto. Y lo estoy. Pero ahora que ha llegado el momento de ponernos otra vez a ello vuelven a rondar por mi cabeza dudas y miedos. Las mismas dudas y los mismos miedos que tenía antes de quedar embarazada la primera vez, más otros nuevos.

 
Miedo a no hacerlo bien como padres, a no saber qué necesita el bebé, a tomar una mala decisión, a que él/ella pague la novatada. Me obsesionan cosas como que se me caiga de las manos siendo un bebé, o que llore por algo y no saber por qué, o que no nos cuente las cosas o nos mienta cuando sea más mayor, a que se meta en líos cuando sea adolescente... Supongo que este miedo lo tendrán muchos padres, que uno no nace sabiendo y aprende a ser madre/padre cada día. O es que yo soy de comerme mucho la cabeza.


Miedo a lo que tendrá que cambiar en nuestras vidas y a los retos a los que nos tendremos que enfrentar. Al dolor del parto, a las noches sin dormir, a la falta de tiempo, a las tareas acumuladas. Miedo a dejar de ser todo lo demás para ser solamente madre. Ésto último nunca me lo había planteado de verdad hasta que he oído/leído reflexiones de muchas mujeres con bebés o hijos pequeños.

Miedo a que las nuevas obligaciones, la falta de tiempo y el estrés se traduzcan en enfados y discusiones en la pareja, a sentirme sóla, superada, insuficiente.

Miedo a volver a perder al bebé. Hemos intentado tomarnos la pérdida lo mejor posible, pensando que era halgo muy habitual y que no tiene porqué volver a pasar, pero sé que el nuevo embarazo lo voy a vivir con más temores que el primero, que voy a estar siempre preocupada por lo que pueda salir mal.

Aún con todo, estoy convencidísima de que quiero ser madre y me sigue haciendo mucha ilusión. Si me pasa como con el otro embarazo, en cuanto vea el positivo en el test se me pasarán los miedos y sólo podré estar feliz, feliz, feliz... Jajaja... Recuerdo que cuando buscábamos el embarazo siempre le decía a mi marido que me tendría que aguantar muchos cabreos si me quedaba embarazada, por las hormonas. Le "avisaba" porque "el que avisa no es traidor". Pero después él mismo se sorprendió de lo feliz que estaba yo siempre y de mi buen humor. "Mejor que de costumbre", me decía. "Te voy a tener siempre preñada, que estás más contenta", me amenazaba. Y la verdad es que era así. Espero que ahora, cuando nos volvamos a quedar embarazados (cruzando los dedos) sea igual.

Ya os contaré.

martes, 10 de abril de 2012

Lo que Semana Santa ha dado de sí.

 Bueno, se acabaron las vacaciones de Semana Santa. Me reincorporo hoy al trabajo tras 5 días de asueto que, aunque como todas las vacaciones han pasado demasiado rápido, han dado para un par de cosas...

He terminado por fin una bufanda que empecé a tejer hace unas semanas. Mi marido me regaló para mi cumple el pasado febrero unas agujas de tejer, dos ovillos de lana (las de esta labor) y una revista con patrones de tricot. Yo por mi cuenta compré unos ovillos más baratitos para empezar a practicar, preguntando a mi madre y mi suegra y buscando en internet. Cuando me ví con algo de soltura empecé con la lana buena y éste es el resultado. Me ha sobrado un ovillo para hacerme un gorro... cuando sepa un poco más ;-)  De todas formas hasta que vuelva el frío y lo pueda estrenar me queda tiempo, jejeje.


Mi marido es aficionado a la agricultura y desde hace un par de años tiene un huertecito en el que planta tomates, cebollas, lechugas, zanahorias, guisantes, melones... un poquito de cada cosa, según la temporada. Le encanta, y es una alegría ver los resultados. Estos días me ha traído la primera cosecha de habas, y anoche las hice para cenar. ¡Quedaron riquísimas!

El viernes fue día de procesiones, pero de eso no tengo fotos. Una muy tempranito, que salí de casa siendo medio de noche, y otra ya por la tarde. Y el domingo nos comimos la "mona" de Pascua, un bollo con azúcar tipo "panquemao" típico de estas fechas, que solemos acompañar con chocolate. Mmmmmm....


Y ayer lunes, aunque era festivo en la Comunidad Valenciana, algunos centros comerciales estaban abiertos así que aprovechamos para hacer alguna comprita para la primavera. Me hacía falta un cinturón y  unos zapatos, y a mi marido algún pantalón y una camisa. Al final acabamos comprando cosas que no habíamos ido a buscar y los zapatos quedaron por comprar, porque no encontré nada que me convenciese del todo. ¡Qué pena! ¡¡Tendré que ir de compras otro día!! jejeje. Compramos varias cosas chulas, algunas ya las tengo tendidas (suelo lavar la ropa antes de ponérmela) pero os puedo enseñar estas...


Y por lo demás lo de siempre, pero con más tiempo para hacer las cosas. Sé que los que tenéis hijos envidiaréis ésto último, porque a los peques hay que dedicarles mucho tiempo sea laborable o festivo (a veces incluso más si es fiesta porque no hay cole). Ojalá sepa yo pronto lo que es no poder disfrutar de esa tranquilidad, sería muy buena señal....

¡Feliz vuelta a la rutina!