domingo, 1 de septiembre de 2013

Por fin sin pezoneras


El pasado día 22, hacia el mediodía, me sentaba en el sofá para lo que parecía iba a ser una toma más. Coloqué a mi Garbancito de lado sobre el cojín de lactancia que suelo usar y al acercarle yo el pecho como hacía a menudo antes de ponerme la pezonera de silicona él, para mi enorme sorpresa, se enganchó y chupó un par de veces. Se me quedó miando un momento, y yo a él,  y se separó como dándose cuenta de que faltaba algo pero sin saber muy bien qué. Le dije a mi madre, que había venido a vernos un momento y que estaba a punto de irse: "¿Has visto eso? Se ha enganchado sin pezonera". Nos mi ró, sorprendida también, y dijo "¿Dale, dale otra vez!", y eso hice. Garbancito se enganchó y se separó un par de veces pero en una de esas veces volvió a chupar y siguió mamando. ¡Wow! Era la primera vez que mamaba directamente de mi pezón.

Al rato se soltó y lloraba pidiendo la pezonera. Acabé poniéndomela y pensando que ahí se había acabado mi alegría, pero cuando, después de mamar un ratito, se soltó de la pezonera y le volví a ofrecer el pecho desnudo ¡se volvió a enganchar!

En las dos tomas siguientes le ofrecí el pecho sin pezonera y él se resistía apartándose y lloriqueando. Otras veces, siempre que le había ofrecido la teta sin pezonera, hacía lo mismo pero protestando con más fuerza. Ahora se quejaba pero menos y yo insistí más. Al final mamó toda la toma sin pezonera las dos veces. Esa noche yo preparé las pezoneras pero ya no nos hicieron falta. Desde entonces se engancha bien y sin protestar.



Han sido cinco meses y medio necesitando los dichosos plastiquitos para tomar teta.  Hablé de eso en esta entrada. La verdad es que hace un par de meses que  perdí la esperanza, ya pensaba que nunca sucedería el milagro, pero me alegro de haber seguido intentándolo. No puedo decir porqué ahora sí y otras veces no, supongo que simplemente era el momento.

La principal diferencia con respecto a amamantar usando una pezonera es la comodidad. Es mucho más cómodo no tener que ponértela, sobretodo al dar el pecho en público, o tener que estar lavándolas continuamente, o descubrir que se te han olvidado en la cocina justo cuando ya te has sentado en el salón, abierto la camisa y colocado al bebé. Ni que decir tiene el miedo a olvidarlas cuando sales de casa. Otra diferencia es que sin ellas, siento los pezones menos irritados. No es que doliese llevar la pezonera pero creo que el usarlas tooodas las tomas de tooooodos los días y toooodas las noches... el roce continuo del plástico húmedo... las noches que me dormía con la pezonera puesta... Como era lo único que conocía no podía echar otra cosa de menos pero ahora los noto algo mejor.

Fuente: www.albalactanciamaterna.org

Sigo con el problema de que a menudo Garbancito "pellizca" el pezón. éste sale algo plano, como aplastado, cuando lo suelta, y muchas veces se queda duro, algo dolorido y de color blanco un rato. Por lo que he leído en la red probablemente sea un leve síndrome de Raynaud, un problema relacionado con la mala circulación sanguínea. El calor seco justo antes y después de la toma se supone que lo alivia, pero sinceramente no lo he probado porque no me pasa en todas las tomas y cuando pasa sólo me dura un rato. Suelo masajear un poco el pezón y parece que se la circulación se activa.



Ahora que ya hace más de una semana que Garbancito mama por fin sin pezoneras creo que ya puedo decir que lo hemos conseguido. Y también ahora toca ir a por un nuevo reto: empezamos con la alimentación complementaria. Pero eso lo dejo para otra entrada.