miércoles, 5 de febrero de 2014

Los días se quedan cortos

Madre mía, si llevaba tiempo sin poder escribir un poquito. ¡Ni lo miréis, por favor, que me da vergüenza! Un montón, ya os lo digo yo.

Si el peque ya me ocupaba todo el día y apenas tenía tiempo que dedicar a estos menesteres blogueriles, ahora que he empezado a trabajar ya ni os cuento. Además mi marido está pasando a menudo semanas fuera, por trabajo, y el tema doméstico se me complica, pero no me quejo que por lo menos hay trabajo. Con todo, a mis días les faltarían como 10 horas para poder hacer (casi) todo lo que me gustaría hacer. Supongo que las que sois madres estaréis como yo o peor, las que tenéis más de un churumbel. Que conste aquí mi admiración por todas vosotras.

Tengo cosas que contar; os quería hablar de mi reincorporación al trabajo, de los avances de Garbancito, que crece más rápido de lo que puedo a veces asimilar, de cómo va nuestra asociación de familia que ya ha empezado a funcionar; tengo entradas pendientes sobre la introducción de los sólidos, los dientes, los juguetes... ay madre! No se si llegaré a terminarlas nunca porque el poco tiempo que me queda estoy con mi peque que me demanda mucho, aunque esto no es nuevo desde que vuelvo a trabajar, sino de siempre ;-) Pero en fin, ya sabíamos que todo esto venía en el lote.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Mi primera Navidad

El cielo está gris, hace frío y ha empezado a llover. No he dormido mucho esta noche y estoy algo cansada. La casa está patas arriba, hay vasos en el fregadero, ropa por planchar, trastos por todas partes... Y sin embargo me he despertado con la sensación de estar viviendo el mejor día de Navidad de mi vida.

Es la primera Navidad para mi hijo y la primera para mí como madre. Al despertar esta mañana estábamos los tres, mi marido, Garbancito y yo, en la cama, ellos dos durmiendo aún. Aunque la noche ha sido movidita porque nos acostamos tarde y poco después el peque se despertó llorando como nunca, inconsolable, que ni su tetita querida le calmaba... A pesar del día tan feo y de la mala noche he tenido una sensación de paz y de felicidad inmensas al vernos ahí a los tres, tan calentitos... La primera Navidad los tres juntos!

Lo normal es que papi se levante muy temprano, desayune y se vaya a sus cosas, aunque sea fin de semana, vacaciones o día de fiesta. Es muy raro poder disfrutar de un ratito juntos en la cama. Pero hoy estaba aquí. El llanto de la madrugada, que duró unos 40 minutos de los que cada segundo me desgarraba el corazón porque nunca había visto a mi bebé llorar con tanta fuerza y que nada le consolara. Supongo que serán los dientes, que estos días parece que le está saliendo el que será el tercero. Sin embargo él se ha despertado lleno de energía y contento, queriéndose subir al cabezal de la cama, bailando y riendo como siempre.

La cena de Nochebuena y el día de Navidad han transcurrido casi como siempre, excepto por la novedad de los dos bebés nacidos en la familia este año. Muy divertido con la familia, la comida muy rica, muy bonito todo. Ese momento al despertar... inolvidable.

jueves, 5 de diciembre de 2013

La unión hace la fuerza

Si ya me resultaba difícil dedicarle al blog el tiempo que me gustaría sólo me faltaba embarcarme en un proyecto nuevo.

Un grupo de amigas de las que hemos sido madres recientemente estamos montando una asociación municipal para compartir experiencias, organizar talleres, charlas, etc sobre familia y crianza. En realidad hace ya un par de meses que estamos trabajando en ello. Y como no, me ha tocado ser la Secretaria y ocuparme de todo el papeleo, los registros, hablar con el ayuntamiento... Me cuesta un mundo porque Garbancito no me deja adelantar. Ni siquiera puedo dedicarme a ello cuando duerme porque si no me tiene a su lado (con la teta a punto, que yo creo que la huele) se despierta enseguida llorando. Pero a pesar de todo lo hemos podido terminar y vamos a empezar a realizar las primeras actividades antes de Navidad.

El grupo de mamás, y algún papá despistado ;-) , que nos hemos ido conociendo en las clases de preparación al parto primero y en el taller de lactancia después hemos hecho mucha piña y en muchos casos incluso amigas. Para no perder el contacto y para aprovechar el entusiasmo y los intereses comunes nacidos a la vez que nuestros bebés hemos decididos formalizar el grupo en forma de asociación. Tenemos muchas ideas que empezaremos a poner en marcha ya mismo, después de que por fin hemos realizado los trámites burocráticos. Os iré contando qué tal resultan los más interesantes.

Y vosotros/as, ¿participáis en alguna asociación o similar relacionada con la crianza de vuestros hijos? ¿Con quién compartís vuestro tiempo y vuestros intereses sobre la familia?

jueves, 21 de noviembre de 2013

La hija pródiga

A ver si me acuerdo de cómo funciona esto...  Hace ya un par de meses que no me pasaba por aquí...

Pues sí, vuelve esta hija pródiga arrepentida y avergonzada de haber estado tanto tiempo retirada de la blogosfera, y vuelve para contaros el porqué de este retiro. en mi defensa empezaré diciendo que empezó de manera accidental y que se ha prolongado de manera involuntaria por un problemilla de salud. Que no se asuste nadie que es poca cosa, pero me dificulta el poder escribir.

Tengo que revisar mi lista de entradas para recordar cuál fue mi último post. Uf! Es del uno de septiembre! Algunos días después de aquella entrada escribí una sobre los seis meses de vida de mi bebé. Al igual que la mayoría de las que escribía últimamente, también necesité dos o tres días para acabar aquella entrada, debido al poco tiempo que tenía para sentarme al ordenador. Finalmente la publiqué y... la entrada desapareció. Ni os imagináis la rabia que me dio. Intenté volver a escribirla pero la frustración era mucha y el tiempo escaso así que nunca la terminé. Y poco después sufrí una tenosinovitis de quervain, o lo que es lo mismo (y asusta menos) una tendinitis en el pulgar y la muñeca de mi mano derecha, la cual aún persiste a pesar de las sesiones con el fisioterapeuta y las muñequeras/férulas que he estado usando. La lesión, el poco tiempo disponible y el bloqueo mental provocado por ambos son los culpables de mi desaparición.

Empiezo a estar un poco mejor de la tendinitis (aunque me auguran que tardará mucho en desaparecer ya que con un peque tan activo y al que le gustan tanto los brazos de mamá es difícil que se cure)  y Garbancito duerme en mi regazo, por lo que por fin he reunido el valor de volver por aquí. Y precisamente nada más entrar en mi cuenta de blogger me encuentro en mi blogs-list o como se diga esta estupenda entrada de mi amiga ¡mamá qué sabe!, que me ha animado a escribir por fin esta entrada de regreso. Y haciéndole caso voy a lanzarme y publicarla enseguida, no vaya a ser que la tecnología vuelva a fallarme o que Garbancito despierte antes de darle al botón. Ni foto ni nada pongo. Ahí va, tal cual. Cruzad los dedos...



domingo, 1 de septiembre de 2013

Por fin sin pezoneras


El pasado día 22, hacia el mediodía, me sentaba en el sofá para lo que parecía iba a ser una toma más. Coloqué a mi Garbancito de lado sobre el cojín de lactancia que suelo usar y al acercarle yo el pecho como hacía a menudo antes de ponerme la pezonera de silicona él, para mi enorme sorpresa, se enganchó y chupó un par de veces. Se me quedó miando un momento, y yo a él,  y se separó como dándose cuenta de que faltaba algo pero sin saber muy bien qué. Le dije a mi madre, que había venido a vernos un momento y que estaba a punto de irse: "¿Has visto eso? Se ha enganchado sin pezonera". Nos mi ró, sorprendida también, y dijo "¿Dale, dale otra vez!", y eso hice. Garbancito se enganchó y se separó un par de veces pero en una de esas veces volvió a chupar y siguió mamando. ¡Wow! Era la primera vez que mamaba directamente de mi pezón.

Al rato se soltó y lloraba pidiendo la pezonera. Acabé poniéndomela y pensando que ahí se había acabado mi alegría, pero cuando, después de mamar un ratito, se soltó de la pezonera y le volví a ofrecer el pecho desnudo ¡se volvió a enganchar!

En las dos tomas siguientes le ofrecí el pecho sin pezonera y él se resistía apartándose y lloriqueando. Otras veces, siempre que le había ofrecido la teta sin pezonera, hacía lo mismo pero protestando con más fuerza. Ahora se quejaba pero menos y yo insistí más. Al final mamó toda la toma sin pezonera las dos veces. Esa noche yo preparé las pezoneras pero ya no nos hicieron falta. Desde entonces se engancha bien y sin protestar.



Han sido cinco meses y medio necesitando los dichosos plastiquitos para tomar teta.  Hablé de eso en esta entrada. La verdad es que hace un par de meses que  perdí la esperanza, ya pensaba que nunca sucedería el milagro, pero me alegro de haber seguido intentándolo. No puedo decir porqué ahora sí y otras veces no, supongo que simplemente era el momento.

La principal diferencia con respecto a amamantar usando una pezonera es la comodidad. Es mucho más cómodo no tener que ponértela, sobretodo al dar el pecho en público, o tener que estar lavándolas continuamente, o descubrir que se te han olvidado en la cocina justo cuando ya te has sentado en el salón, abierto la camisa y colocado al bebé. Ni que decir tiene el miedo a olvidarlas cuando sales de casa. Otra diferencia es que sin ellas, siento los pezones menos irritados. No es que doliese llevar la pezonera pero creo que el usarlas tooodas las tomas de tooooodos los días y toooodas las noches... el roce continuo del plástico húmedo... las noches que me dormía con la pezonera puesta... Como era lo único que conocía no podía echar otra cosa de menos pero ahora los noto algo mejor.

Fuente: www.albalactanciamaterna.org

Sigo con el problema de que a menudo Garbancito "pellizca" el pezón. éste sale algo plano, como aplastado, cuando lo suelta, y muchas veces se queda duro, algo dolorido y de color blanco un rato. Por lo que he leído en la red probablemente sea un leve síndrome de Raynaud, un problema relacionado con la mala circulación sanguínea. El calor seco justo antes y después de la toma se supone que lo alivia, pero sinceramente no lo he probado porque no me pasa en todas las tomas y cuando pasa sólo me dura un rato. Suelo masajear un poco el pezón y parece que se la circulación se activa.



Ahora que ya hace más de una semana que Garbancito mama por fin sin pezoneras creo que ya puedo decir que lo hemos conseguido. Y también ahora toca ir a por un nuevo reto: empezamos con la alimentación complementaria. Pero eso lo dejo para otra entrada.